jueves, julio 27, 2006

Ahora si estoy disfrutando estar en mi ranchito; no me había dado cuenta que me provoca alegría andar por estos sitios hasta hace unos minutos que conversaba por teléfono con un viejo conocido y me pregunta: “ ¿Estás en el rancho verdad?”… Al parecer escuchó cantar un gallo que los vecinos tienen en lo que hace llamar su pequeño criadero. Así tengo ya varios días escuchando gallos, gallinas ajajaja, pasando por semáforos que únicamente funcionan en algún día festivo y visitando tienditas que seguramente laburan desde que mi abuelito era un niño, así es mi pueblito, y he tenido suerte que la lluvia acompañó mi camino desde mi querido Distrito Federal, de ahí a Morelia y sigue conmigo por estos rumbos de Tierra Caliente.

Lo que me parece un poco triste es que nunca he tenido la necesidad de estar en estos rumbos, y que desde que tengo memoria mi corazón y mi cabeza siempre se encontraban lejos de aquí…. Hace algunos años se encontraba ya en Morelia, totalmente desesperada…y ahora se encuentran en Solimoes… bueno en toda la Ciudad de México y su área metropolitana, pero en Solimoes está el corazón, siempre he pensado que Solimoes es el lugar más seguro y cálido del planeta (aunque la primer noche que pasé ahí vi como mis capitalinos se hacían justicia a mano propia ante la reciente fechoría de un asaltante, ¡¡¡ un asaltante!!!, yo nunca había conocido uno!!!... he tratado con narcotraficantes, matones y delincuentes de cuello blanco, pero con un asaltante…j aja ja si era novedad para mí).

Esto viene por que Camilo se encargó de recordarme un breve sueño que tuve ya hace algunos meses, un poco antes de egresar de mi carrera, creo que estaba un poco mas segura por esos tiempos, pero este sueño representa todavía al final de cuentas una pequeña pieza de mi sentido actual…

“Por fin La Cisiriska había terminado de ensayar, aunque el ensayo fue más breve que de costumbre pero aún así salí muriendo de hambre a pesar de que Doña Pepecua nos atasca con sándwiches y chicharrones (ay como los extraño)….Vamos Kike y yo caminando por Solimoes imaginando que habría preparado Doña Ketita para comer, y nuestro apetito era tan grande que en pocos pasos llegamos al final de la callecita donde se encuentra nuestro destino; eso si, entrar a la casa siempre es un pequeño espectáculo en el cual nuestro querido Piojito nos impide el paso ya que exige que vigorosamente le rasquemos la panza… nada mas faltaba!!! Hambrientos y todavía tener que consentir las exigencias de un perrito mugroso (sorry Kike, si está mugroso). Entrando a la casa, veo a Kike más pequeño, con su camisetita rojo y verde, era de nuevo un niño de 5 añitos, con sus ojitos que parecen una pequeña rendija, cabezón y despeinado; entra corriendo buscando a su mamá, la abraza y le da un beso. Yo también era una niña, igual de 5 años con un vestido blanco, el que era mi favorito para llevar a la escuela los lunes, sencillo y corto, sin moñitos u otro adorno ridículo que lo hicieran ver cargado, con mi cabello rizado, rubio y con el fleco despeinado. Doña Ketita ya nos lleva a la mesa, lo primero que nos sirve es una sopita de fideos, calientita y de bastante buen ver (la señora realmente cocina sabroso) y ya Kikito y Kabryttas como pueden toman las cucharas y se atascan de sopa entre el choque de la cuchara con los dientes y una que otra risita nerviosa…. Escucho que chiflan afuera, y comienzan a tocar la puerta y a lanzar piedritas a la ventana del comedor, me asomo y era Jaimito, Armandito e Ivancito, de 5 años cada uno… ¡¡Vamos a Jugar!!!... Kikito y yo volteamos a ver a Don Manuel, una mirada suplicante, ya habíamos terminado la sopa, merecíamos salir a jugar; el señor se limita a sonreír y salimos corriendo a la calle.
Un sube y baja, el pasamanos, columpios… seguramente ya tenían varios años en ese sitio pero recién habrían recibido una manita de pintura por que lucían muy coloridos, y finalmente una flamante alberca inflable y una manguera que nos salpicaba a gran presión aliviando un poco el calor de la temporada, obviamente terminamos los cuatro niños empapados. Podía ver que Iván había perdido un diente y eso lo hacía lucir realmente bonito y simpático; y Jaime sonriendo como pocas veces lo hace, obvio era el que tenía el control de la manguera, disparando chorros de agua que le provocaban enormes carcajadas, mas esas carcajadas no eran producto de la satisfacción que le producía controlarnos tan sádicamente, simplemente eran por que hacía el trabajo que le provocaba mayor satisfacción y mejor le salía: jugar.
Entre nuestros gritos y carcajadas, escucho la voz de Benjamín… era hora de irme a trabajar, mi asesora de tesis nos esperaba en el café 24 hrs, nos esperaba y ya era tarde y nuestro tiempo de consulta con ella se estaba agotando… “Anda vamos, súbete al taxi, ya luego regresas a jugar”..
No estaba de acuerdo, no era justo, me estaba divirtiendo mucho con mis nuevos amiguitos… por qué viene a interrumpir???... Más sin explicación comprendí que tenía que partir, que en unas horas podía terminar mi trabajo, y regresar… Triste subo al taxi y veo como se hacen mas pequeños esos niños, efecto visual gracias a que yo me alejaba de ellos… pero son enormes… se que pronto volveré…”


Está de mas explicar el aprecio que siento por estos jóvenes…. Y no se si este sueño se explique con el síndrome de Peter Pan como me dijeron por ahí... simplemente no quiero una explicación o interpretación de este sueño, es muy mío… y aunque en este momento me siento una completa extranjera en cualquier sitio, ya no tengo un domicilio fijo , solo puedo agradecer a quienes me han permitido entrar a sus hogares y darme un poquito ese calor que esta viajera errante necesita para seguir con vigor en su camino, gracias Solimoes…

lunes, julio 24, 2006

Como no tengo muchas cosas que hacer en este lugar, me dediqué a repasar los retratos y cuadros que hay por toda la casa de Don Chente y Martita, algunos mas viejos que yo y otros de reciente adquisición; me asusta ver tanto cachivache colgado en las paredes de una casa tan pequeña, ahora entiendo por que en ocasiones siento que me ahogo en las habitaciones, en cualquier momento las paredes dirán “no aguanto más” y botarán todo dándome una bofetada por querer guardar tanto recuerdo en tal pared y no donde realmente corresponde.
Las de mi hermano están realmente cajetas…. Las típicas Caritas que todo niño debe de tener en su triste historia, un niño sin Caritas es un niño sin infancia, ah mi hermanito era un niño saludable, (extiéndase era un niño gordito) y no era feo, era bastante gracioso, tenía la mejor carcajada que he escuchado en mi vida, eso que viene desde la panza y solo hace eco en la garganta, como me gustaba hacer reír a este chamaco, lástima, ha ido perdiendo la gracia ajajajajaja … y claro sus fotos con la antigua formación del Necaxa, cuando el Necaxa gobernaba en los corazones de los chamacos, y si ahí está mi hermanito en pose, molestando a los pobres jugadores en la ingesta de sus pobres y caros alimentos a la orilla del mar… Me doy cuenta de que tengo suerte, siempre me han dado buenas vacaciones satisfaciendo mis gustos mamones y excéntricos al por mayor.
No entraré en detalles respecto a las fotos que abundan en la sala y el comedor… Sinceramente no se en que estaba pensando cuando decidí adquirir determinados estilos que sencillamente ahora me dan pena, y aunque se que mi nuevo corte de cabello, que parece un casquito como diría un amigo por ahí, me agrada mas o por lo menos se acerca un pasito mas a quien podría ser yo.
Ahora mi fotografía favorita es mi esa la que toman en el cole, la de generación con aquellos que sufrieron conmigo la prepa… Nuevamente sin comentarios respecto a mi look … No recuerdo como se llama la mitad de las personas que están ahí, algunos no se ni quienes son y eso me da mucha pena por que constantemente me los topo y nos saludamos con mucha familiaridad, y sinceramente durante los años que conviví con estas personas nunca me interesó profundizar lazos por ahí y por allá, pero eso no dejó de lado que pasara ricos momentos con ellos.
Ahí ésta la niña que me cuidó cuando nos accidentamos, que fingió una lesión para acompañarme en la ambulancia hasta que llegara mi familia por mi, Jenny. O esa niña rubia, que nunca supe su nombre y que a los días de ese accidente fue a visitarme cuando estaba inmovilizada para ver como seguía (ajajaja siempre recordaré cuando la vi con la cara totalmente sucia por el polvo, con sus ojos totalmente despiertos, asustados, tratando de mantenerme conciente y con unas rendijitas que dejaba claro que había perdido algunos dientes con el impacto).
Ya hace 5 años de todo eso. Casados, divorciados, dejados, viudos; mojados y mas de algún fallecido encuentro en esa fotografía.
Observo mi rostro, vaya que ha cambiado; en esa fotografía ya tenía la certeza de que haría en los próximos 5 años de mi vida, dónde estaría y posiblemente con quiénes; veo ahora mi fotografía actual, esa que me tomaron con mis compañeros psicolocos, y estoy aterrada, la certeza se ha esfumado.

domingo, julio 23, 2006

-“¿Recuerdas cuando nos conocimos?”- Preguntaste al subir por primera vez al asiento del copiloto.

-“No, pero harán como 15 años aprox no?” – La pregunta me causó un poco de ansiedad y por un momento no supe como dar marcha al auto, mi inexperiencia se delataba al tocar mi espejo retrovisor mas de un par de ocasiones; la pregunta me desconcertaba más que este casual encuentro.

-“Yo si lo recuerdo, lo recuerdo cada vez que me siento a la mesa, a la de mis padres, ahí tengo tu fotografía”

-“Yo también tengo esa fotografía, recuerdas? Tu madre me regalò una copia hace un par de años que pasé a visitarla; la tengo en mi habitación junto con otras fotografías… pero ya cuenta ¿cómo fue el día en que nos conocimos?.. Oye, pero sin fantasías, quiero sólo el recuerdo, yo lo adornaré a mi manera.

-“Egoìsta, como siempre eres egoísta”.

-“Ya, cuenta”

- “Recuerdo que ya era primavera, y aun por la mañana ya se sentía el rigor del sol, las láminas del techito del patio principal de la escuela ya proporcionaban màs calor del necesario. Era un lunes y no se si recuerdas que yo jugaba a ser parte de la escolta en el kinder, mas por gusto de mi abuela que mío claro. Todo transcurrió igual, me despedí de mi abuela que se fue después de terminado el acto cívico y me formé para entrar al salón de clases. Vi a mi maestra Cristi en la dirección con dos señoras, a una de ellas ya la había visto en la escuela pero la otra era una extraña, aunque creo que se parecían un poco. Como mi maestra no entraba al salón, decidí tomar a J. Antonio para jugar con los columpios, mas la maestra del salón de al lado me regaño, veo que sale la maestra Cristi de la dirección y me pide tan dulce que entre a jugar con los materiales que hay adentro; a los pocos minutos regresa Cristi al salón, pero con una niña: la niña más blanca que había visto, era diferente; su cabello era muy largo y negro, con sus ojitos verdes (suelto una carcajada al escuchar su apreciación de que mis ojos son verdes), no te rías, vi tus ojos verdes, y usabas un vestidito azul, con puntos blancos. Estabas sonrojada, y tu frente sudaba asi que tu fleco se te pegaba; también recuerdo que sonreíste y te faltaba un diente. Si, lucías diferente a todas; tenías miedo verdad?”

-“No recuerdo, solo viene a mi memoria mi vestido azul”

-“Bueno, Cristi te sentó a mi lado, en mi mesa, es que era la màs próxima y nos sentaba ahí a los mas pequeños e inquietos del grupo”

-“Recuerdo que se día hicimos un payasito con figuras geométricas”

-“Exacto, yo todavía tengo ese payasito, tu payasito”

Decidí tomar el libramiento para llegar a mi casa, es la zona menos transitada y por ese momento consideré la más segura dada la situación y mi deseo de no ser vista con este hombre que por un momento su tono de voz develaba su deseo de ser cuidador y cuidado por esta persona, como siempre nuestra historia lo ha marcado así. Deseaba que nadie nos asociara en este momento tan penoso para mi ya que conozco mas de alguna joven en esta ciudad deseosa de ser la pareja de tal hombre heredero de una fortuna pronta a recibir, y es mejor evitar algún conflicto o habladuría que pusieran en riesgo nuestra endeble amistad por el momento.

-“En serio? Por qué lo tienes?”

-“Lo hiciste calladita, algunas niñas se te acercaban y te tocaban el cabello y los brazos, les causabas curiosidad y creo que eso te asustaba mas, así que no hablaste con nadie mas que con la maestra. Cuando terminamos el payasito podíamos salir al recreo cuando Cristi lo revisara y le ponía tu nombre, yo esperaba a que salieras para que conocieras el lugar donde jugaba con J.Antonio, Pepe y Cele y dejaras de asustarte con esas niñas que no te dejaban en paz; recuerdo la sorpresa y la sonrisa de la maestra cuando le dijiste que tu ya sabias escribir así que dejó que le pusieras tu nombre a tu payasito y al mío también, te saliste rápido al patio con Rosa, creo que después se volvieron amigas”

-“Si era una niña dulce, me protegía de ti y de tus amigos que constantemente me buscaban para llevarme a su casa del árbol que tenían cerca de los juegos”

-“Bueno, recuerdo que cuando salí a buscarte las niñas comenzaron a llorar, y a los diez minutos te tuvieron que llevar a casa”

-“Mi nariz, ¿Verdad?”

-“Mucha sangre. Así que guardé tu payasito como recuerdo, pensé que morirías, quedé impactado y tenía miedo, nunca había visto sangrar a alguien de su nariz… pensé que nunca regresarías…. Eras una niña diferente”

Ya me encontraba bastante confundida, esa llamada aunque me había proporcionado un poquito de paz de manera momentánea pero con la sensación de haber perdido una batalla que por lógica se me había dado el derecho de ganar.

Aprovechando la ausencia del gran señor, tomé prestado uno de los coches, nadie se daría cuenta a menos de que algún vecino me delatara, asunto que seria imposible dado que pocas personas me reconocen por el momento en esta capital; una tarde como ésta, pocas veces se ve en nuestro cielo, y la ruta que tomo me recuerda mis primeros años de primaria, esos días cuando inician las clases y la lluvia de acompaña a tu saloncito, y si lo conjuntas con los aromas de los útiles nuevos, esos si eran buenos tiempos.

Doy vuelta en el jardincito solo para revisar si algún amigo había vuelto de vacaciones, mas por mi deseo de no topármelo que de saludarle. Al cerciorarme de que no ha regresado me acerco a mi viejo videoclub, con ese profesor el cual desconozco su nombre pero que desde pequeña saludo, ignoro donde imparte clases, solo se que es un profesor.

Estaciono el coche y siento de nuevo un poco de temor, así que bajo rápido del coche azotando la puerta, de inmediato viene a mi el regaño que mi hermano me hubiera proporcionado por tal descuido, en esta semana mi hermano se ha vuelto una conciencia bastante peligrosa.
El videoclub, siempre tan oscuro y lleno de polvo, en el mostrador hay una pequeña nena que se asusta un poco al verme, seguramente nunca me había visto y sus clientes son siempre los mismos, así que sale corriendo y grita “ya viene mi mamà”.

Veo los estrenos, he perdido muchos dadas mis dificultades económicas que no me han permitido ir frecuentemente al cine o por mi extraño gusto al escoger las cintas que ahuyentan a mis compañeros de butaca… Syriana, muy apropiada para este momento, me gustaría verla con Armando, él me podría explicar muchas cosas que simplemente desconozco (pienso en él y en Jaimito, en verdad los extraño; apenas la noche anterior le comentaba a mi primo David sobre mi relación con estos dos jóvenes que me le han brindado a aquello que me importa un nuevo sentido). Así que tomo Syriana esperando comprender un poco y si no por lo menos disfrutar a George Clooney con barbita, luce bastante interesante a pesar de su aspecto triste.

- “Una comedia romántica”- probablemente pienso que es el único romance que tendré próximamente ante mi reciente desilusión, pero veo que ninguna me interesa, todas se ven carentes de gracia y peor aun, de romance.

Decido mejor una película de terror, de esas que odio ver pero que mi necesidad de autocastigarme me orillan a ver una y otra vez… “juegos macabros”.. Chinchot!!!... Malvado no las hemos visto y realmente no las pienso ver sola, ya hay bastante miedo en mi vida, peligro real a ser eliminada como para torturarme gratuitamente con una cinta y sin compañía…

-“Hola Gel”… y tocas mi hombro.

Años que nadie me llamaba así, doy la vuelta de manera instantánea…
-“Hola” – aun siento esa sonrisa idiota en mi rostro, mas bien sonreía de miedo que de gusto o alegría, aunque pronto ese sentimiento se vio volcado a esa fórmula, como siempre.

-“Venìa a mi casa y vi. que bajaste del coche, al instante no reconocí el coche ni a ti, tenía que verte de cerca, has cambiado. Te busqué en la fiesta de anoche, pensé que asistirías con los jóvenes toluqueños”- Sueltas una carcajada al ver mi cara de “no son mis amigos”… -“¿Què llevas? ¿Syriana? Sigues siendo complicada, por que mejor no llevas… “

-“Obvio no pienso llevar algo de Van-Dame” – y soltamos esa carcajada, “Ya me cargó el payaso” pensé.

-“Hoy hay una pequeña reunión en el bar de Manuel, ya sabes los mismos de siempre, bueno mis amigos, por que veo que no son tus amigos, quieres ir?”

-“No lo creo, no quiero tomar, no me siento de ánimo para verlos, recuerda que si no estoy de humor suelo verme bastante grosera y ordinaria, prefiero ver una película”

-"¿Te puedo acompañar? Yo tampoco tengo deseos de ir, ya tengo un mes vacacionando aquí y jugar cartas me resulta menos atractivo ahora”

-“Sòlo si no rentamos algo de Van-Dame”

-“ Ya sé, rentamos tu película, la recuerdas?”

Ahora si me vi confundida, no recuerdo cuál es mi película, cuál es para él mi película.

-“Està bien, buscala”

De inmediato corre hacia la esquina de los anaqueles, y veo que su mirada se dirige hacia la parte superior de uno de ellos, observo y veo que son formatos VHS ya a la venta, por tan sólo 30 pesitos.

-“No tengo vídeo casetera”
- “Yo si, pasamos por ella a mi casa, por que prefiero ir a tu casa, ya sabes como son las empleadas de mi mamà”

Rápido toma la cinta y paga por nuestras dos adquisiciones (me negué rotundamente a dejar Syriana). A media cuadra se encuentra su casa por lo que caminamos hacia ella para tomar la video casetera, mas mi deseo era quedarme en el coche para evitar los murmullos de los vecinos.

Pasamos de largo los estantes que entorpecen una de las entradas de su casa mientras siento esas miradas sobre mi personita, en ese momento si me sentí pequeñita, bueno todo el día me he sentido así, pequeñita. Pronto me veo ya en el pasillo principal de su casa, tenia mas de 10 años sin entrar a ese lugar, ha cambiado definitivamente, me doy cuenta que el negocio familiar ha dado frutos, pero aun conservan la sencillez que ha caracterizado a su padre, su necesidad de sentirse cómodo en casa; no veo muebles ostentosos, lo que me llama la atención son unas hamacas blancas, cerca del patio las cuales me llamaban a descansar un rato, pero decido mejor ir al comedor mientras él corría por el objeto deseado. Un gran comedor, fuerte, elegante, bastante cómodo. Y veo la fotografía, seguramente es su lugar en la mesa, cambiaron la mesa, mas la fotografía sigue ahí desde hace 15 años o mas. Decido retirarme de ahí para no provocar un momento incomodo donde me tenga que explicar que hace esa fotografía en su mesa, debajo del cristal..

miércoles, julio 05, 2006

Recuerdo de un viejo diario

Voy a caer muy fuerte, muy alto... golpe brutal... pero vale la pena...

20 de mayo del 2000