jueves, febrero 08, 2007

Ahora aprendí a callar un suspiro… Al principio es claro difícil, callar a eso que llamo Alma es un poco doloroso, a veces siento que algo se está ahogando y puff revienta lentamente, hasta que viene el siguiente suspiro. En ocasiones puedo escuchar ahí dentro, muy quedito, una plegaria para que no atente contra mi naturaleza, pero mi naturaleza no resulta es muy práctica, entonces acallo el siguiente suspiro.

Con el paso del tiempo lo he logrado, claro sin disminuir el dolor, sólo un poco más rápido, y si las circunstancias lo permiten, puedo disimularlo un poco, aunque al final de cuentas es a mi misma a quien engaño.

Hoy envidiaba a un niño, un chavito de 5 años que vi en una película, y en general a todos los niños… bueno, solo a esos niños que todavía los adultos no hemos enseñado a callar, aquellos niños que todavía no se ahogan en lo práctico que debe resultar la existencia, por que como ellos, no encuentro nada glorioso en descartar una auténtica lágrima y que a los cinco minutos las cosas vuelvan a su normalidad.

Soy quien nunca había querido ser, pero resulta que es un mecanismo de defensa adaptativo, adaptación aloplástica o autoplástica????... A estas alturas nunca lo sabré… Intelectualizaciòn, maldito mecanismo de defensa, ahora me conduce a tratar de encontrar una respuesta metapsicològica a toda esta cuestión…. Y nomás no, como que no resuelve nada.

Entonces… mató el siguiente suspiro? O sigo dando marcha atrás?


0 Comentarios:

Publicar un comentario

Suscribirse a Comentarios de la entrada [Atom]

<< Página Principal