Hace algunas semanas (cuando todavía no veía venir el desastre que causaría AMLO en la Ciudad de México) decidí entrar al Museo de Arte Moderno mientras esperaba que Chinchot saliera de su trabajo... Me topé con una exposición temporal que no fue mucho de mi gusto y otra que simplemente me inquietó, nunca pensé en utilizar litros de sangre, tunas, clavos, pétalos de rosas, vino, mole y otros objetos tan nuestros para plasmar... no se que pretendía plasmar Eloy Tarciso, pero algo si me provocó.. Angustia!!!

Deseaba salir corriendo de ahí, pero me aventuré a entrar a la ùltima sala que me faltaba... y ahí estaba... yo entré buscando a Frida, Diego y Siquieros... más ahí estaba ese pequeño cuadro, ese que observaba en cada sesión con Campos... lo observo cuando no se cómo comenzar la sesión del día, cuando me fastidian sus interpretaciones o cuando me deja muda, inquieta, pensativa.. ahí estaba esa mujer...

"A principio de los años sesenta Remedios le escribía al Dr. Alberca acerca de sus sueños, pesadillas y terrores, también de su extrema sensibilidad, timidez y sentido de culpabilidad. Este aspecto de su vida lo plasma en Mujer saliendo del Psicoanalista. Remedios se burla de sus propios problemas y después de haber decidido dejar atrás el pasado, tira al pozo los desechos psicológicos, recuerdos de antaño. El canasto lleva estos residuos, contiene el reloj: tiempo. Ha cortado los hilos que la atan..., aquí, por primera vez, Remedios no aparece ligada a algo atada, los hilos están cortados, ha recuperado su libertad. La cabeza que tira al pozo, que dice ser la de su padre puede no ser exactamente esto, su padre había muerto hacía muchos años. Es más bien la idea que representa, la autoridad."

Beatriz Varo en su libro: Remedios Varo: en el centro del microcosmos. p.129